Martes, martes, y hoy miércoles y a estas horas se que es miércoles pues escribo a esta hora y en este tiempo. Pero realmente a las 19.36h, no puedo decir que hoy haya existido, estoy aquí intentando empujar mis dedos hacia una palabra hermosa o una frase genial, y nada. Me pregunto ¿Por qué me obligo a expresarme? si me apetece prudencia, si necesito la tranquila compañía del callado, porque me impongo un estado de ánimo determinado si nunca me sentí tan invisible, no sé qué me pasa, creo que la tristeza insiste en instalarse en mi alma. Espera llaman a la puerta... qué raro, no hay nadie, sólo un frágil papel descolorido, es como un poemilla venido de la nada, parece que mi miércoles se pone interesante, allá voy: (leo)
Esperar tu voz, es saber con seguridad que no eres mío. Esperar tu sonrisa, es dar por sentado que ya no volverás. Esperar tus besos, es tener ausencia clara de que no me amas.
Esperar, es lo único que me queda desde que cruce contigo una mirada y el sol se detuvo frente a la luna.Pero hoy de pronto me siento con tanta serenidad que parezco ser un personaje de cómics, invencible y lleno de valor, agarro mis penas las escribo en este pobre papel haciendo de mis sentimientos héroes de leyendas, sentada en la escalera termino esta carta de amor o desamor que posiblemente ni leas y me doy cuenta, de que tal vez, ninguno de los dos existimos, que ambos somos una mentira impresa en papel cuché.
Pero... ya sea verdad o mentira todo en papel suena mejor, por lo que mejor que esta vieja hoja te cuente mi secreto, secreto dulce como la aventura de amarte pues desde que te cruzaste en mi camino perdí el norte de mi ordenada vida y cada vez que te veo reviso este caos infinito que siento por ti y siento que hoy miércoles lluvioso es para mí un hermoso día de verano.
Fdo. (Todavía no)
No me lo puedo creer, lo que era un miércoles de mierda, de pronto se ha convertido en un miércoles de gloria, he pasado de ser un pobre perdedor a todo un conquistador, de invisible a significativo, qué significativo, célebre, me siento célebre, importante y único. Voy a leer y releer cada palabra, ahora mismo no puedo perder el tiempo escribiendo, leer, y leer hasta que me aprenda cada frase con sus comas y acentos... mañana jueves, ¡qué me espere! hoy quiero quedarme en este miércoles infinito.