Lejos muy lejos los desleales, tan lejos, tan lejos, que se hagan tan diminutos como sus intenciones, pequeños tan pequeños, que sus almas carroñeras desaparezcan entre las minúsculas rendijas del silencio y así nunca más se oiga el eco de sus voces, lenguas hipócritas y feroces que se disfrazan de elogios a tu cara y murmuran rastreros quitándose la máscara cuando ven como se aleja tu espalda.
Cerca muy cerca los sinceros, los que hablan poco y hacen mucho, los que ganan tiempo sumando y pasan de restar, los que me sonríen y sé que me sonríen, los que trabajan la calma y los que observan las estrellas sintiendo la alegría inconmensurable del agradecimiento.
A mí, los incondicionales, los que están y están, aunque no estén, están.
Que siempre me pisen los talones, los positivos, los soñadores, los locos por el arte y más locos por acompañarme.
Que se me peguen como lapas aquellos que siempre creen en lo mejor de lo que les puedo dar, que a pesar de mis silencios a veces mal entendidos, ellos saben que el sentimiento es real, y que en todo lo que hago, agoto hasta el fondo el frasco de la pasión y si no hay mas, es porque mis manos vacías sostienen simplemente sueños invisibles demasiado caros para que se hagan realidad.
GRACIAS A LOS QUE ME SIGUEN ALLÁ DONDE VOY, CON MENTE POSITIVA Y CORAZÓN LEAL. QUEDAROS MUY CERCA POR FAVOR.
GRACIAS A LOS ME CRITICAN ALLÁ DONDE VOY, CON MENTE NEGATIVA Y CORAZÓN DESLEAL. QUEDAROS MUY LEJOS POR FAVOR.