Por esta razón, El Teatro Victoria, dará comienzo la jornada con La Casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca y terminará con Los Miserables de Víctor Hugo, ambas dirigidas por una mujer, Paloma Mejía.
Paloma Mejía Martí es una profesional de las artes escénicas con más de 25 años de trayectoria. Actriz, bailarina, coreógrafa y directora, su compromiso con el teatro se refleja en cada uno de sus montajes.
Entre ellos, Cyrano de Bergerac, El Conde de Montecristo, Los Miserables de Víctor Hugo, La Casa de Bernarda Alba y La Señorita Julia.
Los Miserables de Víctor Hugo llevan siete años consecutivos en el Teatro Victoria de Madrid, ejemplo de que el teatro independiente sigue vivo, sigue en pié y lo hace gracias al esfuerzo de directores y directoras que luchan cada día por continuar creando puestas en escena, dignas y de calidad, gracias a grandes actores que quieren trabajar con ellos, dejando su alma en cada representación, gracias a teatros pequeños que apuestan por este tipo de compañías y sobre todo, gracias al público que acude cada noche a este tipo de salas, ellos son el motor del teatro independiente.
“El teatro es la poesía completa.
La oda y la epopeya contienen solamente en germen,
ya que contiene a ambosen un estado de alto desarrollo,
y la personificación de ambas”
Víctor Hugo
Por otro lado, Federico García Lorca al igual que el teatro está más vivo que nunca, y claro ejemplo es La Casa de Bernarda Alba que actualmente es una de las obras más representadas en las salas de Madrid, y gracias al público está siendo posible que cada compañía pueda dar su punto de vista con respeto y dignidad.
"El teatro es una escuela de llanto y de risa
y una tribuna libre donde los hombres pueden poner en evidencia
morales viejas o equívocas y explicar con ejemplos vivos
normas eternas del corazón y del sentimiento del hombre"
Federico García Lorca.