Tras el éxito obtenido con grandes clásicos como Los Miserables de Víctor Hugo, Cyrano de Bergerac, El Conde Montecristo o la Señorita Julia, la Compañía de Teatro Paloma Mejía presenta La Casa de Bernarda Alba, una de las obras más importantes de Federico García Lorca.
La directora de la compañía, Paloma Mejía es una gran enamorada de las obras de Federico García Lorca, y no podía dejar pasar la oportunidad de adentrarse en esta apasionante obra teatral en tres actos, que lleva a escena a la España profunda de principios del siglo XX, caracterizada por ser una sociedad tradicional basada en el fanatismo religioso y en el miedo al que dirán.
Adaptada a las formas escénicas contemporáneas, la puesta en escena trata de transmitir a través de la simetría y la austeridad, todo aquel encierro al que Bernarda Alba sometía constantemente a sus cinco hijas. El luto y la opresión están en cada movimiento escénico, en cada gesto, en cada uno de los detalles. La luz, como en todas las versiones y adaptaciones de Paloma Mejía, también apoya con gran fuerza la carga dramática. Y a su vez, en este caso, la danza también forma parte del diálogo y de la tensión que viven estas mujeres atrapadas dentro de la casa.
La Casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca
En la España rural de principios del siglo XX, Bernarda Alba, viuda por segunda vez, obliga a sus cinco hijas a mantener un riguroso y prolongado luto que las aísla del mundo exterior. Estas seis mujeres, la madre de Bernarda y Poncia, la criada del hogar, protagonizan la obra que escribió Federico García Lorca en 1936 y que no pudo ser representada hasta 1945, gracias a la iniciativa y la mediación de Margarita Xirgu, en Buenos Aires.
En La Casa de Bernarda Alba, la moral represiva y el yugo de las apariencias ponen en solfa los derechos de la mujer. El enfrentamiento entre libertad y autoridad y el conflicto entre la realidad y el deseo dan cuerpo a un drama que pone en relieve el compromiso social y político del autor.
Esta magnífica dramaturgia de Federico García Lorca, es una obra intemporal que sigue siendo un ejemplo de valor para los dramaturgos y las sociedades actuales.
Bernarda, Poncia y María Josefa, son interpretadas por actrices con un largo recorrido artístico. El elenco que representa a las hijas de Bernarda está compuesto por jóvenes valores (chicas y chicos) de entre 17 y 20 años. La experiencia de los intérpretes que representan a los personajes de más edad es a la vez un sostén y un reto para los actores más jóvenes. Una juventud que facilita la empatía e identificación de los adolescentes que acudan a la función, y acercando de este modo el teatro a los jóvenes.
Esta puesta en escena de la Compañía de teatro Paloma Mejía, se estrenó el 7 de enero de 2017, teniendo que colgar el cartel de “no hay localidades” durante todo el mes de enero y febrero. Actualmente continua imparable durante el mes de marzo, y debido a este buen resultado y a las buenas críticas, La Casa de Bernarda Alba, estará todo el mes de abril con el mismo horario, todos los sábados a las 20.00h, en el Teatro Victoria de Madrid.